domingo, 13 de enero de 2008

LA GUERRA EN LA ANTIGUEDAD


BATALLA DE MARATON

La batalla de Maratón, Μάχη τοῡ Μαραθῶνος (Mache tou Marathonos), fue un enfrentamiento armado que definió el desenlace de la primera. Ocurrió en el año 490 adC y tuvo lugar en los campos de la ciudad de Maratón Grecia a pocos kilómetros de Atenas. Enfrentó por un lado al rey persa Darío I, quien deseaba invadir y conquistar Atenas por su participación en la revuelta jónica y por otro lado, a los atenienses y sus aliados. Una proeza recordada en esta batalla fue la de Filípides, quien recorrió el camino desde Maratón hasta Atenas para anunciar su victoria.



tiene un sueño en cuál La fuente histórica principal de la batalla viene de Heródoto, que describe los acontecimientos en el libro VI, en los párrafos 102-117. Sin embargo, él nació algunos años después de la batalla, y se cree que escribió su libro después de la paz de Calias (449adc-448adc). Su estilo característico es el de embellecer acontecimientos maravillosos, que toma para ser decisivos en la batalla, por ejemplo cuando dice: “El dios Pan se le apareció a Filípides en su camino a Esparta”, “Hipiasprevé el desastre de los persas” o “un fantasma ciega al ateniense Epizelus durante la batalla”. El resto de las fuentes históricas importantes vienen a partir de las últimas épocas.

Mapa de la Campaña Persa. Linea marrón: la campaña de Datis y Artafernes; zona amarilla: vasallos de los persas; zona gris: estados neutrales y zona naranja: enemigos de los persas

Mapa de la Campaña Persa. Linea marrón: la campaña de Datis y Artafernes; zona amarilla: vasallos de los persas; zona gris: estados neutrales y zona naranja: enemigos de los persas

En 511 adC, con la ayuda de Cleómenes I, el rey de Esparta, la gente ateniense expulsa a Hipias, tirano de Atenas. Hipias huyó a Sardes, a la corte del sátrapa más cercano, Artafernes, y le prometió el control de Atenas si lograban restaurarlo en el poder. Cuando Atenas exigió a Persia que entregara a Hipias para ser enjuiciado, los persas se negaron, lo que provocó que Atenas, en vísperas de la revuelta jónica (499 – 494 adC), enviara 20 naves en ayuda de los jónicos. La ciudad de Eretria también había enviado ayuda, aunque no sirvió de mucho ya que la rebelión fue subyugada. Esto alarmó a Darío, que deseaba castigar a las dos ciudades. En 492 adC, envió un ejército bajo el mando de su yerno, Mardonio, a Grecia. Empezó con la conquista de Macedonia y obligó a Alejandro I a abandonar su reino, mientras que en el camino al sur, hacia las ciudades-estados griegas, la flota persa fue arruinada en una tormenta en el cabo Athos, perdiendo 300 naves y 20.000 hombres. Mardonio fue forzado a retirarse a Asia. Los ataques de los tracios infligieron pérdidas al ejército persa en retirada.

Creyeron que una victoria persa era inevitable y desearon probablemente asegurar una posición mejor en el nuevo régimen político que era seguir la conquista persa de Atenas. Darío, deseando aprovecharse de esta situación para conquistar Atenas, que aislaría a Esparta, conquistaría al resto de los griegos en el Egeo y consolidaría su control sobre Jonia. Para esto Darío pensaba en hacer dos cosas:

  • Sacar al ejército y derrotarlo en campo abierto.
  • Lograr la rebelión de la ciudad para rendirse a los persas.

Para esto envió exclusivamente fuerzas navales al mando de Artafernes, que fue el que hizo el trato con Hipias, y a Datis, un medio-almirante de Mardonio para que tomara por sorpresa la ciudad.

Según Heródoto, la flota enviada por Darío consistió en 600 trirremes, mientras que, según Cornelio Nepos, había solamente 500. Las fuentes históricas no revelan cuántos transportes con exactitud envió. Según Heródoto, 3.000 naves de transporte acompañaron a 1.207 naves durante la invasión de Jerjes en 480 A.C. Stecchini estima que la flota entera abarcó 600 naves en conjunto: 300 trirremes y 300 transportes; mientras que Peter Green dice que había 200 trirremes y 400 transportes. Diez años antes, 200 trirremes no pudieron someter Naxos, así que una flota de 200 o 300 trirremes es quizás inadecuada para los tres objetivos. Heródoto no estima el tamaño de cualquier ejército. Del ejército persa, él dice que eran un ejército de infantería bien equipado. Entre las fuentes antiguas, el poeta Simónides, otro cercano-contemporáneo, dice que las fuerzas de la campaña contaban con 200.000; mientras que un escritor posterior, el romano Cornelio Nepote estima la caballería en 10.000 y 200.000 a infantería, de la cual solamente 100.000 combaten en la batalla, mientras que el resto fue cargado en la flota que redondeaba el cabo Sunión; Plutarco y Pausanias dan independientemente 300.000, al igual que el diccionario de Suda; Platón y Lisias afirman 500.000; y Justino 600.000. Los historiadores modernos también han hecho varias estimaciones. Kamporis ha observado, que las 600 naves eran buques de guerra y no cargueras, ya que los soldados no solo descendían, sino que una parte se quedaba a defender la flota misma para combatir en caso de contienda (típica táctica persa usada después de la batalla de Lade y durante la invasión de Jerjes), 18.000 es el número que se logra resolver. Pero puesto que la flota tenía naves de transporte, deben, por lo menos, haber llevado a la caballería persa. Mientras que Heródoto dice que llevaron a la caballería dentro de los trirremes, la flota persa había dedicado las naves para esta empresa, y según Éforo, la flota de la invasión de Jerjes fue acompañada por los 800 transportes 10 años más tarde.

Las estimaciones para la caballería están generalmente en la gama 1.000 - 3.000, sin embargo Cornelio Nepote da 10.000. Otros historiadores modernos han propuesto otros números para la infantería. Bengtson: 20.000 persas; Paul K. Davis: 20.000 persas; Martin Moerbeek: 25.000 persas; How & Wells: 40.000; Bussolt y Glotz: 50.000; Stecchini: 60.000 soldados persas en Maratón; Kleanthis Sandayiosis: de 60.000 a 100.000 soldados persas; Peter Green; 80.000, Meier: 90.000. Los eruditos que estiman unos números relativamente pequeños para las tropas persas opinan que el ejército no podría ser muy grande para caber en las naves. Después el ejército de Eretria, combinado con los atenienses y platenses podría emparejarlo, y ha se buscado posiblemente batalla fuera de Eretria. Naxos solamente registró 8.000 soldados griegos en el 500 adC y con esta fuerza se defendió con éxito contra la invasión persa de 200 naves 10 años antes. El tamaño del ejército ateniense es otro tema de discusión. Algunos historiadores recientes han dado alrededor 7.000-8.000, mientras que otros afirman que fueron 10.000. Pausanias afirma que no sobrepasó los 9.000, mientras que Justino y Cornelio Nepote dan 10.000 como el número de los atenienses.

Heródoto nos dice que en la batalla de Platea, once años más tarde, los atenienses enviaron 8.000 hoplitas mientras que otros al mismo tiempo fueron contratados como “epibates” a la flota que luchó más adelante en la batalla de Micala. Pausanias notó los nombres de los esclavos anteriores que fueron liberados a cambio de servicio militar tras la batalla. También es posible que los griegos no atenienses que residían en Atenas fueran reclutados, puesto que tenían obligaciones militares hacia Atenas en tiempos de gran emergencia (por ejemplo en 460 adC). Sin embargo, para Maratón, esto no es mencionado por ninguna fuente que haya llegado a nuestros días, y su número en Atenas no era tan significativo en 490 adC pues fue más adelante cuando Atenas se convirtió en cabeza de la liga de Delos.

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